Apatía, cansancio físico y mental, tristeza, irritabilidad o falta de apetito son algunos de los síntomas de la astenia primaveral. Se trata de un trastorno más frecuente en personas jóvenes y activas, y que afecta mayoritariamente a mujeres con la llegada de la primavera.
CAUSAS FRECUENTES
Los cambios bruscos de temperatura y presión atmosférica unidos a la falta de sueño, al estrés y a una mala alimentación pueden originar un descenso en sangre del número de endorfinas, también conocidas como “hormonas de la felicidad”. Sus causas aún no están claras, a pesar de que afecta a más del 60% de la población.
RECOMENDACIONES
- Ingerir alimentos ricos en cobre como hígado, marisco o cereales integrales que aportan energía.
- Tomar abundante vitamina B6, la encontramos en plátanos, patatas, nueces o coles de Bruselas.
- Aumentar la ingesta de cinc para reforzar el sistema inmunológico a través de alimentos que lo contengan: pipas, pan integral, carne magra, etc… y de otros ricos en hierro (sardinas, berberechos, mejillones, legumbres, tofu…)
- Comer pan, patatas, pasta, arroz, kiwis y chocolate negro porque activan la serotonina cerebral responsable de un estado anímico óptimo.
REMEDIOS NATURALES
- Cápsulas de ginseng dos veces al día para aportar energía.
- Omega-3 de aceite de mamífero marino para levantar el ánimo.
- Melatonina antes de dormir para lograr un sueño reparador.
CONSEJO DE LA HERBOLERA:
Si habéis sufrido anteriormente astenia primaveral, podéis preparar al organismo antes de su llegada tomando gradualmente alimentos ricos en vitamina A como pescado azul, hígado, zanahorias, albaricoques u orejones, etc…
Y sobre todo, si tienes alergias, estás embarazada o sufres alguna dolencia consulta siempre a tu médico o naturópata antes de tomar cualquier complemento aunque sea natural, puesto que los principios activos de las plantas pueden interactuar con otras patologías.
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